La comunidad de osos en México... ¿Existe?

Siempre he estado interesado en hombres grandes y peludos... Y, eventualmente, llegué a un 'grupo de osos' en el D.F. (cuyo nombre prefiero no mencionar). Ahora, por supuesto que no tenía ni la más remota idea de qué esperar y, al no ser un oso, decidí pedirle (o más bien forzar) a un amigo que me acompañara.

Debido a mis muchas dudas y miedos, llegamos demasiado tarde al evento y ya se había terminado todo - sin embargo, no salí sin recompensa... ... ... No, no conocí a nadie específicamente, pero el hombre que nos recibió a la entrada era un osote muy guapetón. Este oso fue muy amigable y cálido, ¡me emocionó mucho la idea de haber llegado a un lugar donde estaría rodeado de personas como él!

Para empezar, la comunidad de osos se describe como un grupo de hombres varoniles inclusivo. Esto está basado en el hecho de que ellos (o, más bien, nosotros) fuimos en algún momento rechazados de la comunidad gay popular y un tanto plástica. Ahora, el punto de este blog no es acusar a nadie de "haber sido malos conmigo" ya que no ha sido así - de hecho, tengo muy buenos amigos osos y he aprendido a evitar a los conflictivos. 

Regresando al punto original, mi amigo y yo regresamos al siguiente 'evento' pero, desafortunadamente, el grupo ya había desaparecido.

Afortunadamente, al menos ya había encontrado lo que estaba buscando: un grupo de personas abiertas y amigables (además de ser peludos y varoniles).

Por supuesto, decidí investigar más acerca del tema ursino y encontré muchísimas páginas en internet dedicadas al mismo... De pornografía - ¡que NO era lo que estaba buscando! Y algunos informativos. Me llevé la no muy grata sorpresa de que México no tiene mucho acerca de ellos (considerando que nuestra población se mantiene a base de comida chatarra y platillos tradicionales llenos de grasa, ¡uno esperaría que fuéramos la capital del Mundo Ursino!).

A lo largo de los años, los nombres de los grupos han cambiado y los sitios de reunión han prácticamente desaparecido; convirtiéndose en bares donde los que van difícilmente hablan entre ellos (a menos que sea para tener sexo, por supuesto) o fiestas privadas (que, también, son para sexo). No tengo ningún problema con esto, por supuesto, y estoy totalmente de acuerdo que es parte de la vida gay - simplemente creo que podría haber mucho más.

Cuando visité a la comunidad de osos en Washington D.C., ¡me sorprendió el grado de compañerismo y qué tanto eran realmente una comunidad! No sólo se conocían los unos a los otros, sino que también SE HABLABAN y convivían sin necesidad de estar en un cuarto obscuro; además, fui recibido con calurosos abrazos e incluido a pesar de no ser un oso esterotipado - o, más bien, a pesar de ser un cazador/lobo.

Esto me hizo ver que mi idea de una comunidad de osos más cercana, inclusiva y amigable no era una utopía. ¿Qué es lo que nos falta en México, entonces?

Tengo algunas ideas que publicaré más adelante... ¿Tú tienes alguna hipótesis?