miércoles, 2 de abril de 2014

Un Lobo entre el 'bien' y el 'mal'

Entrada original en inglés – 28 Julio 2012

http://awolfamongbears.blogspot.mx/2012/07/a-good-wolf.html

Nietzsche dice que la mayoría de la gente piensa que el ‘bien y el mal’ cayeron del Cielo, como si fuese algo fuera de ellos mismos; más bien, es la gente quien decide lo que estos conceptos significan. Aún así, muchos de nosotros estamos atrapados preguntándonos si algo que queremos está ‘bien’.

Muchas veces he escuchado frases como “bueno, yo no soy responsable de lo que los demás sientan” y “debo vivir en el momento”. Mucho de eso viene de libros baratos de autoayuda que malinterpretan la ideología Budista a su conveniencia. “Dejaré que el universo me lleve” no significa que automáticamente me libera de cualquier responsabilidad y justifica actuar sin pensar.

Sin embargo, he encontrado que hay una manera muy simple de identificar cuando algo es ‘bueno’ o ‘malo’ (por llamarle así): si te avergüenzas de lo que haces, si escondes tus acciones hasta de aquellos que son más cercanos a ti, entonces debes pensar bien si quieres hacerlo – no por lo que vayan a pensar los demás, sino por las razones que tienes para ocultarlo.

Por otro lado, a veces ni siquiera nos preguntamos por qué creemos que algo está mal. Tendemos a quedarnos con hábitos de nuestra infancia y creencias que ni siquiera son nuestras.

Hace un tiempo vi una conferencia en TED.com donde una lexicógrafa habla de un concepto que llama The ham-butt problem (el problema del jamón): Cuenta que estaba cocinando un jamón y cortó la punta como siempre lo había hecho, pero esta vez se detuvo a pensar por qué lo hacía – esto era, por supuesto, porque  su madre siempre lo había hecho. Así que llamó a su madre y le preguntó, a lo que ella respondió “pues, mi madre siempre lo hizo”. Le llamaron a la abuela y la explicación fue “lo hacía porque mi sartén era demasiado pequeño”.

¿Cuántas creencias y hábitos mantenemos como parte de nosotros sólo porque jamás se nos ha ocurrido que podría ser de otra manera? “No usaré rosa porque es para niñas”, “no puedo salir con más de una persona porque está mal”, “no hablaré de mi sexualidad porque es vergonzoso”, “no comeré eso porque es malo para mí” – este último es especialmente divertido ya que muchos de nosotros ni siquiera sabemos si es cierto, sólo seguimos lo que los comerciales nos dicen (los mismos comerciales que nos dicen que usemos shampoo todos los días y cubramos toda la cabeza del cepillo de dientes con pasta).

¿No es esto como vivir en una casa que alguien más decoró? Por ejemplo, aún hoy en día es difícil para mí decorar mi departamento porque nunca me había cuestionado qué es lo que me gusta tener en mi casa. No podemos destruir la ‘casa’ o el núcleo de lo que somos, pero la decoración – las creencias, hábitos e ideologías – podemos cuestionar, arreglar y reacomodar hasta sentirnos satisfechos con ellas. No dar por hecho que ‘sé lo que me gusta’ hasta haberlo cuestionado.

1 comentario:

  1. Habrá de qué color pones las paredes y de allí lo demás... con lo que respecta a lo bueno o malo, bastará sólo con hablarlo... a veces lo bueno no es tan bueno, ni lo malo tan malo...

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