Entrada original en inglés - 16 de junio de 2012
http://awolfamongbears.blogspot.mx/2012/06/suspicious-minds.html

A mi parecer, es casi imposible confiar en tu pareja cien
por ciento; quiero decir, al punto que estás absolutamente seguro que no existe
la más mínima posibilidad de que esa persona pueda tener un resbalón. Todos
somos humanos y cometemos errores, así que ¿qué garantía hay de que NUNCA
sucedería?
De cierto modo, creo que cierto grado de celos es sano para
una relación. Demuestra que no se te da por hecho, que tu ausencia será más que
simplemente ‘notada’… Aún así, debo repetir que dije “cierto grado” de celos –
cuando alguien está checando tus correos, mensajes y no soporta que te salgas
de su línea de visión… Pues… Ya es algo preocupante.
Recientemente leí un artículo acerca de este tema,
definiendo a los celos como ‘el sentimiento de la amenaza de rivales reales o
potenciales para una relación existente’. A pesar de ninguno de nosotros somos
ajenos al sentimiento, hay algo que llamó mi atención. Estos investigadores
proponen la idea de dos tipos de celos: ‘celos reactivos’ y ‘celos
sospechosos’.
Los celos reactivos suceden cuando hay algo externo que te
hace sentirte amenazado; por ejemplo, cuando tu pareja te ha engañado. Este
tipo de celos está caracterizado por enojo, tristeza y miedo.
Por otro lado, los celos sospechosos están relacionados a la
inseguridad y al autoestima, y se caracteriza por ansiedad, inseguridad y duda.
A pesar de que esto tiene mucho sentido, parece raro qué tan
diferentes son y las reacciones tan discrepantes que provocan. En otras
palabras, cuando alguien te engaña, es normal estar encabronado, ¿no? O triste
porque la persona te decepcionó… Sin embargo, no creo que esta sea la forma más
común de celos.
De cierto modo, creo que mucha gente (como yo) sufrimos de
celos sospechosos. La idea de lo que ‘podría suceder’, no porque la otra
persona lo haga o no, sino porque nuestra mente crea un número infinito de
historias que, aunque posibles, no son necesariamente probables.
Así que, cuando le dices a alguien que estás celoso y esa
persona te pregunta qué puede hacer para que te sientas más seguro… No siempre
es algo que él pueda hacer. Porque pueden decirte que te aman, darte pruebas de
que así es, ¡hasta tatuarse tu cara en su trasero! Y seguiría sin ayudarte a
sentir menos celoso. ¿Por qué? Porque, si son celos ‘sospechosos’, ¡no tienen
nada que ver con la otra persona!
Lo único que sucede en estos casos es que la persona celosa
siente ansiedad e inseguridad, lo que lleva estrés a la relación, y su pareja
siente que nada de lo que hace es suficiente, aún cuando tratan de satisfacer
las demandas que su pareja hace.
A fin de cuentas, creo que los celos reactivos son normales
y pueden hasta ser beneficiosos para la relación, dando a la persona el
sentimiento de que son lo suficientemente importantes para ser atendidos…
Siempre y cuando no raye en la psicosis. Y, si hay buena comunicación entre la
pareja, entonces no hay ninguna razón por qué se volvería un problema.
Por otro lado, los celos sospechosos son algo que la persona
debe trabajar por sí misma; por supuesto, la pareja puede ayudar entendiendo
que no se trata de su relación como tal, sino más bien de problemas que son más
personales. Esto quiere decir que el miembro celoso de la pareja debe entender
que mientras que su pareja puede apoyarlo de algún modo, este comportamiento no
necesariamente les hará sentirse mejor o peor.
De hecho, esto puede ser un alivio para algunos. Saber que
tu pareja está celoso por sus propias inseguridades te libera de la dichosa ‘responsabilidad’ que algunos nos echamos de provocar dichos sentimientos y te da la oportunidad de
estar ahí para ellos de una forma más sana.
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